1 taza harina de trigo
1/2 cucharadita de sal
2 cucharaditas de polvo de hornear
1 taza de agua
3 cucharadas de mantequilla
4 huevos
aceite para freir
Cierne la harina, sal y polvo de hornear.
Coloca el agua en una caceerola mediana y hierve con la sal y la mantequilla. Añade la harina toda de una vez y mueve rápidamente hasta que se forme una masa que se despegue de la cacerola. Retira del fuego y deja enfríar.
Añade los huevos uno a uno, batiendo por unos minutos después de cada adición. Deja reposar por una hora.
Ten un caldero pequeño con 4 ó 5 pulgadas de aceite para freír caliente. Echa los buñuelos por cucharadas en el aceite. Es preferible que los fría uno a uno o un máximo de dos a la vez. Los buñuelos subirán a la superficie cuando empiecen a hacerse; con una cuchara grande les echas aceite por encima.
Cuando tengan un color doradito los sacas y los dejas escurrir en papel toalla. Una vez escurridos los colocas en una fuente honda y les vierte por encima el almíbar que hayas preparado.
Si no tienes ninguna receta de almíbar aquí te va una:
4 tazas de agua
3 tazas de azúcar
6 estrellas de anís estrellado o puedes usar cáscara de limón verde ralladito o, 3 rajas de canela
Procedimiento:
Mezcla el agua y el azúcar. Echa en una cacerolita pequeña y añade el sabor que prefieras.
Hierve hasta que el almíbar espese. Deja refrescar.
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